El Oratorio de la Santa Cueva es uno de los tesoros a descubrir en Cádiz. Perteneció a la Congregación del Retiro Espiritual, surgida en la ciudad en el siglo XVIII. Contaba entre sus miembros con los personajes más destacados de la sociedad gaditana de la época.
El Oratorio de la Santa Cueva es uno de los tesoros a descubrir en Cádiz. Perteneció a la Congregación del Retiro Espiritual, surgida en la ciudad en el siglo XVIII. Contaba entre sus miembros con los personajes más destacados de la sociedad gaditana de la época.
La fachada es de gran sencillez y cuenta con un retablo público con el lienzo de la Virgen del Refugio, obra de Franz Riedmayer.
El interior se encuentra dividido en dos ámbitos. Uno es subterráneo y está dedicado a la pasión y muerte de Cristo. El otro, superior, está consagrado a la exaltación de la Eucaristía. La capilla inferior fue diseñada por Torcuato Cayón como un recinto austero y adecuado a las prácticas penitenciales, donde destaca la imagen del Calvario. La Capilla alta o sacramental ofrece, por su riqueza decorativa, un intencionado contraste con el ámbito penitencial. Destaca sobremanera el templete, obra de Torcuato Benjumeda, de estilo manierista.
En la parte superior de este Oratorio de la Santa Cueva destacan, por su importancia artística, los lienzos de medio punto. Tres de ellos son obra de Francisco de Goya. Representan la multiplicación de los panes y los peces, la parábola del invitado a la boda y la Santa Cena. Se considera uno de los conjuntos de temática religiosa más logrados del artista aragonés.