Los Corrales de Pesca de Chipiona son recintos cercados por un muro de piedra porosa, construidos artesanalmente y distribuidos a lo largo del litoral gaditano. Son herencia de una cultura pescadora rural de muchos siglos de antigüedad, presumiblemente romana o árabe.
Los Corrales de Pesca de Chipiona son recintos cercados por un muro de piedra porosa, construidos artesanalmente y distribuidos a lo largo del litoral gaditano. Forman un original conjunto paisajístico, herencia de una cultura pescadora rural de muchos siglos de antigüedad, presumiblemente romana o árabe.
Las piedras están unidas por una conglomeración marina: ostiones (tipo de ostra), algas y escaramujos (bellota de mar). Estos actúan como cemento natural. Hay varios en Chipiona, cada uno con nombre propio: Corrales de Montijo; La Longuera, en la Playa del Muelle; los de Trapillo, Cabito y Nuevo en la Playa de las Canteras. Los de Mariño, Canaleta del Diablo, Chico y Hondo entre las playas de Camarón y la de las Tres Piedras.