El Monasterio de la Victoria se levantó a las afueras de El Puerto de Santa María a principios del siglo XVI. En su larga historia, este edificio ha pasado por diversas vicisitudes.
CERRADO TEMPORALMENTE
El Monasterio de la Victoria se levantó a las afueras de El Puerto de Santa María a principios del siglo XVI. En 1517 se debió entregar a los Mínimos de San Francisco, frailes que gozaron de grandes privilegios desde la fundación de la orden.
En su larga historia, este edificio ha pasado por diversas vicisitudes. Su primer destino fue como panteón ducal, que más tarde sería alterado. Asimismo, sufrió la invasión angloholandesa de 1702 y la riada que siguió al terremoto de 1755. También padeció la invasión napoleónica en que fue expoliado y la posterior secularización debido a la desamortización de Mendizábal.
En el siglo XVIII, el Monasterio de la Victoria fue sede de estudios teológicos y artísticos; y en el XIX, seminario y noviciado jesuita. Más tarde, se destinó a hospicio, albergue y hospital de heridos de guerra. Se estableció como Centro Penitenciario desde los primeros años del siglo XX.