La ermita rupestre de la Virgen de las Cabezas se trata de un conjunto mozárabe del siglo IX-X d. C. completamente íntegro excavado en la roca.
El Conjunto Rupestre mozárabe de la Virgen de la Cabeza ( S. IX-X d.c.), también denominado como Cuevas de San Antón, se encuentra excavado íntegramente en la roca.
Se pueden distinguir tres áreas bien diferenciadas. Una dedicada al culto, otra destinada a la vivienda de los religiosos que la habitaban y una tercera, como zona de almacenaje de alimentos y albergue de ganado.
En sus inicios, la ermita acogió una pequeña comunidad de monjes. El recinto siguió ocupándose a lo largo del tiempo como lugar de culto hasta aproximadamente el siglo XVIII. A partir de ahí, la Ermita entró en un periodo de abandono. En la década de los 80, y gracias a la intervención de la Hermandad de la Virgen de la Cabeza, su uso religioso se recupera y culmina con la restauración por parte del Ayuntamiento de Ronda.
La Ermita está compuesta por una nave principal en la que se incardina un altar. Adosada a esta nave se localiza un espacio menor: la sacristía. Existen también dos naves laterales, ambas con altar y una de ellas con acceso a la cripta.
Esta zona, la eclesiástica, abarca una superficie de 272 metros cuadrados. La zona doméstica del conjunto dispone de cuatro habitáculos que podrían haber sido utilizados como celdas. En el exterior de la zona de culto y habitación se localiza un gran silo para la conservación de alimentos. Además, hay un espacio que ha tenido múltiples usos a lo largo de la historia, como albergue de ganado o lagar.