La Casa de Salinas, en Sevilla, es una casa-palacio ubicada en el bonito barrio de Santa Cruz. Aunque su fachada pueda pasar desapercibida, es en su interior donde se esconden auténticos tesoros que no puedes dejar de ver.
Una de las casas más bellas de Sevilla es esta, la Casa de Salinas. La Casa Palacio Salinas se construyó en el siglo XVI en el mágico barrio de Santa Cruz, y su fachada pasa desapercibida en la calle Mateos Gago. Sin embargo, su interior esconde tesoros que jamás esperarías descubrir.
Fue el hogar de unos acaudalados comerciantes hasta que pasó a principios del siglo XX a manos de los Salinas, una familia aristocrática que la restauró para hacerla lucir tan espléndida como la vemos hoy. En la planta superior viven los propietarios, mientras la inferior está abierta al público y en ella se celebran conferencias o eventos. La Casa de Salinas es también conocida por sus jamones, gracias a su marca Ibéricos de Bellota Casa de Salinas.
El patio es uno de los primeros tesoros que descubrirás al entrar. Rodeado por columnas de mármol con arcos, el suelo con azulejos y una fuente central, es una imagen tan hermosa que no podrás borrarla de tu memoria.
Toda la zona visitable es de una belleza sobresaliente. Los azulejos y el estilo mudéjar destacan en las distintas estancias, y en el Patio del Mosaico un suelo decorado con mosaicos romanos.
La Casa se encuentra muy cerca de monumentos tan importantes e imprescindibles como la Catedral de Sevilla, la Giralda y el Real Alcázar de Sevilla.
No dudes en venir a visitar esta joya escondida que te ofrece la ciudad de Sevilla. Te aseguramos que la Casa de Salinas no te dejará indiferente.
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