El Patio de Banderas, en Sevilla, se encuentra en el mágico barrio de Santa Cruz. Con el paso del tiempo ha cumplido diferentes funciones, pero hoy es otro rincón especial más de los tantos que guarda la capital hispalense.
El Patio de Banderas es una plaza de uso público que se encuentra en el interior de las murallas del Alcázar de Sevilla, en el encantador barrio de Santa Cruz. No se sabe a ciencia cierta de dónde proviene su nombre. Sin embargo, se cree que fuese por la cantidad de banderas que ondeaban cuando algún personaje ilustre visitaba el Alcázar. Gracias a la Exposición Iberoamericana de 1929, el Patio de Banderas se reformó y se le añadió la fuente central, un albero y una calle que hace posible la circulación de vehículos.
Se construyó durante la época musulmana con la intención de ser un palacio. Aún así, se cree que previamente este terreno albergó una basílica cristiana e incluso una edificación romana de tiempos de la Híspalis. Con el paso de los años llegó a cumplir funciones tanto de armería como de picadero de caballos. Ahora es un espacio muy transitado por turistas y residentes. No es de extrañar: sus naranjos y sus magníficas vistas a la Giralda dotan al lugar de un ambiente acogedor.
Puedes acceder al Patio de Banderas desde la Plaza del Triunfo. Justo enfrente hay otro acceso que da a la puerta del “Apeadero” del Alcázar de Sevilla, donde se guardaban en su momento los carruajes. Otro de sus accesos se puede hacer por la calle Judería.
En tu recorrido por el centro de Sevilla sabemos que no olvidarás visitar lugares tan especiales como los Jardines de Murillo o el Hospital de los Venerables. Aparte de estos, te sugerimos contar cuántos naranjos hay en el Patio de Banderas. Quizá te parezca una locura, pero mientras lo hagas te dará tiempo suficiente para comprender por qué dice la canción que el Patio de Banderas “solamente con la gloria se puede comparar”.
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