Hoy en nuestra sección “Conociendo a” de nuestro blog visitamos uno de los negocios familiares con más tradición y reconocimiento de Rota. Conoceremos a Laura López Martínez, de Bodegas El Gato, responsable comercial de la firma y cuarta generación de una familia bodeguera que apostó por dar valor a los vinos de la tierra.
Con ella hablaremos sobre su historia y conoceremos un poco más de esta bodega de Rota. ¡Esperamos que te guste!
Nuestro pequeño cuestionario a Laura López, de Bodegas El Gato
¿Cómo llegaste a la bodega?
Yo llegué a la bodega a los 15 años porque decidí dejar un poco los estudios, aunque no los dejé del todo. Me venía por las tardes a la licorería, el establecimiento que tenemos como distribuidor, y allí me encargaba de vender los licores. En ese momento no estaba tan metida en el mundo del vino, sino más enfocada a ayudar en la venta de licores, whisky y otros tipos de bebida.
¿Cómo has ido avanzando dentro de la bodega? ¿De qué te encargas ahora?
Hará unos 9 años me pasaron de la licorería a la bodega. Al principio, cuando yo llegué, comencé a encargarme del tema de descarga de mercancías, administración y temas de papeleo. El cambio entre las funciones de la licorería y las de la bodegas hizo que me sintiera como que no realizaba un trabajo, porque mi nuevo puesto era muy sedentario. Entonces decidí, hablando con mi abuelo, que me iba a encargar de que la gente conociera sus vinos, de que los conociera porque los habían probado. Así que empecé a hacer visitas, a dar a conocer los vinos de mi abuelo, a invitar a personas a catar los vinos… Empecé un poco a llevar el tema del marketing en nuestra bodega. A partir de ahí, empezamos a coger más nombre y, hoy en día, Bodegas El Gato es muy conocida por ser una pequeña bodega familiar con gran tradición.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Sin duda, dar a conocer mis vinos. Creo que tengo unas joyas impresionantes y que aún faltan muchas personas por conocerlas. Creo que lo elaboramos con tanto mimo, tanto cariño y es tan artesanal que, para mí, puede competir con todos tipo de vinos y sin perder la esencia de nuestra bodega. Nuestro almacén es muy pequeñito; embotellamos el vino directamente del barril. Si, por ejemplo, nos compran 10 cajas, esas 10 cajas son llenadas en el momento. Las etiquetas están puestas a mano. Tenemos ese misterio que tienen los vinos de Jerez y que es muy bonito, con el añadido de la manera artesanal de elaborarlo y el cuidado que le dedicamos. En resumen, esto es lo que más me gusta: dar a conocer algo tan único.
Quien nos conoce sabe que aquí estamos siempre en familia: mi abuelo, mi madre, mi padre, mis tíos, mi cuñado, mi hermana e incluso muchas tardes también mi sobrina y mi hijo. Ya te digo; esto es una empresa familiar donde todo está muy mimado y tratado con mucho cariño. Quien nos conoce sabe que la esencia de nuestra bodega es eso, el trato que le damos a nuestros vinos.
Cuéntanos un poco la historia de este negocio familiar.
Nuestra bodega fue fundada en el año 1957 por José Harana, mi bisabuelo. Él tenía su pequeña bodega aquí, en calle San Fernando, número 30. Mi abuelo, Juan Martínez, El Gato, tenía la inquietud de hacer una vendimia con su padre, y a los 28 años hicieron la primera juntos. En la siguiente, su padre le dijo que la llevaría él. Y así empezó mi abuelo con el tema de la bodega.
Él tuvo 4 hijas, por lo que las gerentes actuales son mujeres: Juana y Toñi son la primera y tercera hija respectivamente. Ellas se quedaron trabajando en la bodega y son las gerentes de las Bodegas El Gato hoy en día. Sus maridos, Pedro y Carlos, también trabajan dentro de la bodega. En conclusión, Bodegas El Gato es fruto de la ilusión de mi bisabuelo, que prosiguió en mi abuelo y que ha convertido a Bodegas El Gato en lo que es hoy en día.
Sabemos que vais a sacar nueva imagen de vuestros productos. ¿Cuál es el nuevo enfoque? ¿Cuáles serán las novedades?
Los cambios consisten en enfocarnos un poco en la gente nueva. Que la gente pruebe el vino y que la costumbre del vino no se pierda. Nuestra etiqueta necesitaba mostrar esa imagen, dar ese salto. En eso nos estamos enfocando. También, incluir al pueblo de Rota en nuestra imagen y darle un cambio de imagen a nuestros productos, pero resaltando principalmente la nueva imagen de la Tintilla de Rota.
¿Qué crees que diferencia a Bodegas El Gato del resto?
Sobre todo, la manera de elaborar el vino, la manera de envasarlo. Cómo a mi abuelo, al hablar de sus vinos a sus 83 años, le brillan los ojos. A mí me gustaría llegar a su edad y tener esa ilusión por algo; ya no te digo por el vino, sino por algo. Está lleno de ilusión cuando habla de su bodega.
¿Qué tipo de clientes os visita?
Nos visitan clientes de todas las edades. Hay gente joven, como yo, a la que le gusta la historia del vino y quieren conocer la cultura de su zona y también un vino que da nombre a su pueblo, como es la Tintilla de Rota. También por mi edad; yo tengo 33 años y muchos amigos quieren venir a conocer a qué me dedico. Por otro lado, hay gente mayor en las que la cultura del vino está muy impregnada. Aquí, en Rota, antiguamente había muchas bodegas. La mayoría de la gente conoce a alguien que tenía bodegas, o su abuelo tenía viñas, o está vinculada a alguien que fue bodeguero. Entonces, hay gente de todo tipo. Se está cambiando el concepto de que los vinos son para los viejos; el vino se bebe tanto por gente mayor como por gente joven.
Es muy habitual que nos visiten americanos. Muchos vienen desde la base naval a conocer cómo elaboramos los vinos.
¿Cómo ves Rota y la provincia de Cádiz como destino turístico?
Son destinos perfectos. Se puede hacer de todo. Puedes compartir una buena copa de vino en cualquier lugar. Aquí, en Rota, tenemos los pinares, la playa, los corrales… Podemos acompañar una copa de vino en cualquier terraza, con cualquier comida (como puede ser un buen marisco, la típica urta a la roteña o incluso una pizza) y con las mejores vistas.
¿Quieres añadir algo más?
Solo invitar a todo el mundo a que conozca Bodegas El Gato. Las personas que vienen siempre quedan enamoradas del trato que le damos a nuestros productos. Somos una empresa familiar ubicada en Rota desde el año 1957. Pocas empresas siguen con la tradición y con tantas generaciones. El vino es para compartirlo con las mejores personas, así que descorchen una botella de vino ¡y disfruten!
Queremos darle las gracias a Laura López, de Bodegas El Gato, por su tiempo y su trato durante la entrevista.