Empezamos esta entrevista a Carlos, Álvaro y Miguel de “El Lucero del Muelle” en una concurrida mañana. Lo más sorprendente de este establecimiento es su ambiente marinero y dinámico que lo caracteriza. El público con el que nos encontramos consumiendo en el establecimiento es de todas las edades, leyendo el periódico o charlando mientras se toman un buen café. Servido por el amable personal del local.
Llegado el momento de la entrevista contamos con la presencia de Carlos, nieto e hijo de los dos Nicolás Lucero por los que ha pasado en el restaurante. También con Álvaro, el encargado del bar; y Miguel, jefe de cocina de El Lucero.
Nuestro pequeño cuestionario a Carlos, Álvaro y Miguel de “El Lucero del Muelle”
¿Cómo surgió la idea de montar este local? ¿Es familiar?
Carlos: Este bar fue fundado en 1958 por mi abuelo Nicolás Lucero. Desde sus comienzos fue un bar y sitio de tránsito por la gente que vivía en esta zona y por los que frecuentaban el tan cercano muelle, como marineros y demás operarios del puerto. En el año 2015 decidimos reformar el bar para hacer un proyecto nuevo a lo que había anteriormente, haciéndole una especie de homenaje a mi abuelo. De ahí surgió la idea de este nuevo bar con un concepto totalmente distinto al anterior.
¿Cómo surgió el nombre de este local?
Carlos y Álvaro: El anterior nombre (“Bar Lucero”) fue en homenaje al apellido de la familia fundadora. Este nuevo nombre surgió con la fusión del nombre del bar anterior y el muelle, el cual nos ha proporcionado tanto durante tantos años.
¿Por qué optasteis por la hostelería y no por otro sector?
Miguel: Trabajar en El Lucero para mí no se convierte en un trabajo, sino en un hobby. Me encanta la cocina y el ambiente laboral que hay en el local.
Álvaro: Mi llegada a la hostelería fue un poco por casualidad. Yo estudié Administración y Dirección de Empresas. Al ser mi novia del apellido Lucero y formar parte del negocio, lo vi como una oportunidad. De siempre me gustó la hostelería, así que podía abrirme paso y sumarme al negocio.
Carlos: Yo entré en el mundo de la hostelería porque me viene innato. Aunque sea economista llevo el tema de la hostelería en mis genes. Un punto importante a destacar es que ya no es que solo nos guste la hostelería, sino que a los tres nos gusta trabajar juntos. A Álvaro lo conozco desde pequeño, pero a Miguel desde su incorporación al bar se forjó una relación de amistad. De esta manera se formó un grupo interesante que, aunque trabajásemos en otro sector distinto, lo haríamos con la misma pasión.
¿Qué es lo que más os gusta del sector de la hostelería?
Carlos: Lo que más me gusta es ver que la gente que come en el bar: se lo pasa bien, pasa una grata experiencia y sale encantado. Muchas veces he observado que a Álvaro, que es el que da los servicios, cuando los clientes se marchan le dan la mano. Nos caracterizamos porque nuestro trato con el cliente es muy personalizado y cercano. Así que lo que más me gusta de la hostelería es el fruto que da el hacer bien un trabajo y la satisfacción de ver que el cliente se va contento.
¿Qué es lo que creéis que os diferencia del resto de establecimientos de la zona?
Álvaro: Nosotros intentamos dar una oferta gastronómica distinta a la que ofrecen el resto de establecimientos colindantes, típicos de bares de tapas. Es una cocina innovadora y, a la misma vez, tradicional. Nuestros platos son unos platos que requieren mucho mimo y elaboración en la cocina. Nos caracterizamos también por la buena presentación y el emplatado de los mismos.
Carlos: Sobre todo (aunque de esto Miguel puede hablar mejor que yo) la relación calidad del producto y el precio es muy buena. Y, sobre todo, el trato personalizado que le damos al cliente es un factor diferenciador clave con respecto al resto de bares. Esto se debe a que, al ser un negocio familiar, damos un trato cercano y mucha gente que acude a nuestro bar viene buscando eso.
Miguel: Cuando ponemos los precios, los ponemos pensando en que sean lo más justos posibles para el cliente. En cuanto a los productos, son productos frescos y locales comprados a diario en el mercado de abastos de la ciudad.
Carlos: Por último, resaltar que es un bar que es asequible para todos los públicos. Este acoge a público con una franja de edad muy amplia; desde los más jóvenes hasta los más adultos. En los últimos meses estamos notando una afluencia de público joven que se anima a conocer una cocina innovadora con una relación de calidad y precio muy buena. Así que os animamos a todos a que os paséis por el bar y nos conozcáis.
Para finalizar, queremos agradecer a Carlos , Álvaro y Miguel de El Lucero del Muelle por su atención y amabilidad.