Hemos tenido la posibilidad de disfrutar de una actividad divertida y diferente que combinaba el turismo activo y la cultura en la Sierra de Cádiz. Con esta entrada te queremos contar la experiencia vivida. ¡Esperamos que te guste!
Genatur
Antes de comenzar a hablar de nuestra jornada en la sierra gaditana, nos gustaría comentar algunos aspectos de la empresa con la que vivimos esta fantástica experiencia, Genatur. Esta empresa es pionera en el mundo del turismo activo en toda la provincia gaditana. Nació en 1998, cuando este tipo de turismo aún no tenía ningún tipo de repercusión en la sociedad.
Genatur cuenta con una experiencia de casi 20 años en el sector del turismo activo. Esta experiencia le avala como una de las mejores empresas con las que poder disfrutar y conocer la provincia de Cádiz. Actualmente se dedica a realizar diferentes tipos de actividades y en distintos espacios naturales repartidos por toda la geografía gaditana.
Nuestra jornada
El día comenzó desde bien temprano. A las 9 de la mañana en la oficina de Genatur, en Jerez, quedamos con Antonio, la persona que nos guiaría durante todo el día. Es uno de los mejores profesionales con los que nos hemos topado en el mundo del turismo activo y de aventura.
Con puntualidad alemana nos encontramos con él y, tras esperar unos minutos para que otros clientes llegasen, emprendimos el camino hacia la Sierra de Grazalema. Este era el lugar elegido para disfrutar y conocer más a fondo esta parte de la geografía gaditana.
El camino lo hicimos con Antonio en una furgoneta de 9 plazas, en un ambiente muy ameno donde conocimos gente nueva. El recorrido se nos hizo muy corto, gracias a la conversación y a las explicaciones que el guía nos iba haciendo ya por el camino.
Tras una hora y media aproximadamente llegamos a Grazalema. A la entrada del sendero nos encontramos con otras personas que iban a venir con nosotros a hacer el camino. Éramos un grupo pequeño, lo que facilitó el transcurso de toda la jornada en un ambiente muy distendido.
El sendero en sí fue de dificultad media. Al unir dos caminos nos quedó un recorrido circular de unos 7 kilómetros. La primera parte fue la más dura de todo el camino, mientras que la segunda parte era una zona con buen firme que, además, era con pendiente descendente.
En la primera parte del recorrido nos dedicamos principalmente a subir a lo más alto del Puerto de las Presillas. Hicimos bastantes paradas para recuperar el aliento y para escuchar las explicaciones de Antonio sobre la flora y la fauna de la montaña.
Tras culminar la ascensión se decidió parar a comer algo en un paisaje idílico, con unas vistas increíbles y con un sol invernal que hacía las delicias de todo el grupo. Fue un momento para conocernos todos un poco mejor y recuperarnos un poco de esta primera parte de turismo activo en la Sierra de Cádiz.
Una vez recuperadas las fuerzas, continuamos con el sendero. Saliéndonos un poco del camino, nos dirigimos a disfrutar de unas fantásticas vistas del Corredor del Boyar, donde podíamos ver todas las cimas de la Sierra de Grazalema. ¡Una experiencia única!
Tras la segunda parte del sendero, mucho más sencilla que la primera, llegamos al pueblo de Grazalema. Disfrutamos de un relajante paseo por sus estrechas y encantadoras calles, conociendo un poco de la cultura de este bonito pueblo.
Al ser un grupo muy pequeño decidimos parar a tomar un café en una de las cafeterías más céntricas de Grazalema. Incluso degustamos los típicos rosquitos de este municipio. ¡Un placer para el paladar!
Tras esto, vuelta a la furgoneta y regreso a Jerez, donde habíamos comenzado la jornada. De nuevo fue un camino muy ameno, donde Antonio respondió a todas nuestras inquietudes y preguntas acerca de todas las actividades que podíamos encontrar en Genatur. Sus respuestas fueron muy variadas: desde senderismo por la naturaleza o visitas culturales hasta paseos por Doñana, pasando por jornadas nocturnas de astronomía o incluso rutas por los viñedos de la provincia. ¡Una oferta bastante amplia!
Una vez llegamos a Jerez, finalizó nuestra fantástica jornada de turismo activo en la Sierra de Cádiz. Sin duda, una experiencia única y totalmente recomendable que volveremos a repetir con toda seguridad.