La Ruta de los Pueblos Blancos va enlazando diferentes localidades de la Sierra de Cádiz. Predominan las fachadas encaladas, una fascinante historia con un pasado marcado por el periodo andalusí, la artesanía y una gastronomía espectacular. Los 19 pueblos que la componen merecen ser disfrutados con calma, por lo que hemos decidido dividir en dos la ruta para que montes unas escapadas a tu medida.
La Ruta de los Pueblos Blancos va enlazando diferentes localidades de la Sierra de Cádiz. Predominan las fachadas encaladas, una fascinante historia con un pasado marcado por el periodo andalusí, la artesanía y una gastronomía espectacular. Los 19 pueblos que la componen merecen ser disfrutados con calma, por lo que hemos decidido dividir en dos la ruta para que montes unas escapadas a tu medida.
Puedes visitar la ficha de cada municipio para obtener mayor información y seleccionar qué quieres ver o disfrutar.
La famosa Ruta de los Pueblos Blancos
En la Sierra de Cádiz encontramos la Ruta de los Pueblos Blancos. En estos pueblos perviven historias de lo que fue Al-Andalus: sus calles, el cultivo del aceite, la producción artesana de los artículos de piel y las recetas andalusíes.
Son 19 los pueblos que conforman la ruta:
Arcos de la Frontera – Algar – Bornos – Espera – Villamartín – Algodonales – El Gastor – Olvera – Puerto Serrano – Torre Alháquime – Setenil de las Bodegas – Alcalá del Valle – Prado del Rey – El Bosque – Ubrique – Benaocaz – Villaluenga del Rosario – Grazalema – Zahara de la Sierra
En este territorio se mezclan la herencia bereber con las calzadas romanas, las invasiones cristianas, la conquista de América, la llegada de las tropas francesas. Las miles de leyendas de bandoleros y las travesías de un tren que nunca se construyó y que hoy en día es la Vía Verde de la Sierra de Cádiz.
Otra de las características de la Ruta de los Pueblos Blancos es el rico patrimonio arqueológico que comprende. Destacamos los molinos, las almazaras y otras construcciones.
Entre estos pueblos se encuentra la Sierra de Grazalema, paisaje declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Es aquí donde se registra la mayor pluviosidad de la Península Ibérica, en la cual existen numerosas grutas. Un paisaje increíble para estar a tan pocos kilómetros de la playa.
Existen dos tipos de rutas en esta Ruta de los Pueblos Blancos. La Ruta 1, hacia el norte de la Sierra (Arcos de la Frontera, Bornos – Espera, Villamartín, Algodonales – El Gastor, Olvera – Puerto Serrano, Torre Alháquime, Setenil de las Bodegas – Alcalá del Valle). La Ruta 2, hacia el sur (Arcos de la Frontera, Prado del Rey, El Bosque, Ubrique, Benaocaz, Villaluenga del Rosario, Grazalema – Benamahoma, Zahara de la Sierra).
RUTA HACIA EL NORTE. RUTA 1
Hagas la ruta que hagas, ambas parten desde Arcos de la Frontera. Este pueblo se conoce como “la puerta de entrada” de los pueblos blancos. Arcos se considera uno de los pueblos más bellos de España y está declarado como Monumento Histórico-Artístico. Este pueblo goza de unas vistas excelentes, ganaderías de caballos, toros, almendros, olivos, naranjos y una increíble naturaleza. Además, podrás visitar el conocido balcón de Arcos o también llamado el “balcón del coño”. Se dice que se llama así porque todo el mundo que se asoma dice: “¡uy, coño! ¡Qué alto está esto!”
En Arcos destaca su Semana Santa, declarada de Interés Turístico Nacional; y su Navidad, en la que el pueblo se transforma en un Belén viviente, de Interés Turístico de Andalucía. Entre las ofertas turísticas que ofrece Arcos podemos encontrar la práctica de actividades náuticas en su lago y el vuelo libre en ala delta o parapente. También puedes (y debes) disfrutar de su gastronomía y sus estupendos vinos de “Tierras de Cádiz”.
Algar es un enclave muy próximo a Arcos, donde los turistas pueden disfrutar de distintas actividades de ocio. Por ejemplo, la práctica de senderismo en el Tajo del Águila, pesca en el río Majaceite, piragüismo y vela en el embalse de Guadalcacín o rutas a caballo disfrutando de la naturaleza. Aunque, si eres aficionado al automovilismo, no puedes perderte el Rally Subida a Algar, que se celebra normalmente en los meses de marzo-abril.
Siguiendo la Ruta 1, el siguiente pueblo que encontraríamos sería Bornos-Espera. Bornos está situado a orillas de un embalse. Su trazado urbanístico gira en torno al Castillo-Palacio de los Ribera. El embalse de Bornos es un lugar fantástico donde pescar y observar aves acuáticas. Próximo a este se encuentra Espera, donde encontrarás el yacimiento arqueológico de Carissa Aurelia. Se trata de un antiguo asentamiento procedente del neolítico que siguió con su desarrollo durante la época romana. Los restos del castillo dominan todo el pueblo.
El siguiente pueblo sería Villamartín, rodeado de campiñas bañadas por el río Guadalete. Este pueblo estuvo poblado desde la antigüedad debido a su situación geográfica, que era un cruce de caminos. Se demuestra con el dolmen de Alberite, una de las estructuras megalíticas más antigua de la península. El dolmen se encuentra a unos 4 kilómetros del pueblo, dirección Prado del Rey. Esta estructura megalítica se encuentra dentro del yacimiento de Torrevieja, el cual confirma la presencia neolítica, tartésica y andalusí, lugar donde está el actual Villamartín.
Siguiendo la ruta nos encontramos con Algodonales. Con un envidiable clima, se ha convertido en el centro crucial para los amantes de los deportes aéreos; sobre todo del parapente, el ala delta y el vuelo libre. La presencia humana en este pueblo se remonta al neolítico. Una vez que estás allí, si dispones de tiempo merece la pena ir a la pedanía de La Muela, donde contemplamos desde las cimas de la sierra el vuelo de los buitres leonados. Algodonales celebra una fiesta particular: la Recreación Histórica del 2 de mayo de 1810. Reviven la lucha entre el pueblo y las tropas de Napoleón durante la Guerra de la Independencia, y todos los habitantes del pueblo participan.
Desde aquí vamos hacia el pueblo El Gastor, situado en un cerro junto al nacimiento del río Guadalete. Este pueblo es conocido por las vistas panorámicas que se contemplan de los pueblos colindantes. Lo llaman “el balcón de los Pueblos Blancos”. El producto artesano más importante de este pueblo es la “gaita gastoreña”. Se trata de un instrumento que antiguamente se usaba con los rebaños. En la actualidad forma parte de la tradición navideña y la celebración del Corpus Christi, considerada fiesta de Interés Turístico nacional.
Los siguientes pueblos que encontraría serían Olvera y Puerto Serrano. Al primero se le ha declarado como conjunto-artístico su casco urbano, que presenta una combinación de herencia andalusí, arquitectura popular y belleza monumental. Destacamos un barrio, el de la Villa, donde podrás encontrar la Iglesia de la Encarnación, un tesoro del neoclásico. Además, podrás indagar en el papel que jugó la serranía de Cádiz como frontera con el reino nazarí visitando el Museo Olvera, la frontera y los castillos.
Aunque no hay nada mejor para disfrutar de esta zona como un paseo a caballo, en bicicleta o a pie por la Vía Verde de la Sierra. Se trata de una antigua red ferroviaria que unía estos dos pueblos, Olvera y Puerto Serrano. Este último es un pueblo muy cautivador para los amantes de la naturaleza. En él podrás ver las mayores colonias de buitres leonados de Europa en la Reserva Natural del Peñón de Zaframagón. Esta localidad, junto a Algodonales, Zahara de la Sierra y Setenil, producen increíbles aceites de oliva de origen “Sierra de Cádiz”.
Siguiendo la ruta, el siguiente pueblo que te encuentras es Torre Alháquime. Su nombre se debe a una familia árabe, “Al Hakin”. La torre de “Al Hakin”, cuya palabra en árabe significa “el sabio”, fue la que dio nombre al pueblo. En este pueblo podrás realizar la famosa ruta de José María “El Tempranillo”.
Los próximos son Setenil de las Bodegas y Alcalá del Valle. El primero es uno de los lugares más visitados por los turistas, debido a la singularidad y la belleza de su entramado urbano. Muchas de las casas se encuentran en el interior de las rocas o bajo ellas. Hay que destacar que su Semana Santa es declarada de Interés Turístico Nacional. Se llama “de las Bodegas” porque Setenil está situada en Cádiz limitando con Málaga, justo al lado de la serranía de Ronda. Esta siempre ha vivido del olivo, el ganado, los cereales y de sus viñedos, lo que hizo que existieran bodegas en el pueblo.
Llegamos al final de la primera ruta con Alcalá del Valle, fundada por los musulmanes. El agua es el recurso principal de esta localidad. Por eso está presente por todo el pueblo, como en la Fuente Grande e incluso en las inmediaciones del pueblo, en un increíble paisaje natural con fuentes, arroyos y manantiales. Ahí se encuentran los Dólmenes de Tomillo, una joya megalítica.
RUTA HACIA EL SUR. RUTA 2
La ruta vuelve a partir desde Arcos de la Frontera y recorre los pueblos integrados por la Sierra de Grazalema.
La primera parada que hacemos es en Prado del Rey, cuyas raíces son de la época romana. Destacan las salinas, que surgieron de un manantial de agua salada. Son de las últimas salinas de interior que siguen funcionando en Andalucía. Pueden ser visitadas con cita previa a través de la Oficina de Turismo.
La siguiente parada es El Bosque. El origen de esta villa se remonta a la Edad Moderna. Toda esta zona fue una donación de los Reyes Católicos a Don Rodrigo Ponce de León. Esta localidad se encuentra en la Sierra de Albarracín y junto al río Majaceite. Enclavado entre exuberantes bosques y manantiales, es perfecto para realizar actividades donde estar en contacto con la naturaleza; tales como pesca o senderismo.
El próximo pueblo es Ubrique. Se encuentra rodeado de increíbles montañas y entre los Parques Naturales de Grazalema y Los Alcornocales. Es conocido como “la piel de Ubrique”, ya que confeccionan todo tipo de artículos de piel de gran calidad. Además, comercializan con las mejores marcas del mercado (Gucci, Dior o Adolfo Dominguez, entre tantas otras.). Se pueden realizar actividades de senderismo en la calzada romana que une Ubrique y Benaocaz. Además, existen parajes naturales idóneos para realizar actividades relacionadas con la pesca, el cicloturismo, deportes de montaña u otras actividades.
El siguiente pueblo que encontramos en esta Ruta de los Pueblos Blancos es Benaocaz, un pequeño y encantador pueblo árabe. Aquí, además del paseo por la calzada romana nombrada anteriormente, puedes practicar senderismo por sus alrededores en otras rutas como el Salto del Cabrero, las Buitreras de la Otrera o la Subida del Caíllo.
Villaluenga del Rosario es el siguiente. Este es el pueblo más pequeño y más alto de toda la provincia. Está ubicado en pleno corazón del Parque Natural de la Sierra de Grazalema. En este pueblo se encuentra la plaza de toros más antigua de toda la provincia. Además, es muy original: no es redonda, sino poligonal. Los amantes de la espeleología disfrutan mucho visitando esta localidad, pues tiene más de 80 cuevas y tres de las cuatro simas más importantes de Andalucía. Este pueblo es cada vez más famoso por su producto estrella: el queso payoyo. Procede de un tipo de cabra de la sierra de Cádiz, la cabra payoya.
Una vez que pasamos este llegamos a Grazalema-Benamahoma, uno de los pueblos blancos más bellos. Esta localidad goza de un clima especial, ya que en invierno nieva y recoge el índice pluviométrico más alto de toda la península. En este pueblo se organizan catas de queso, dirigidas por monitores. Además, en la sierra de Grazalema pueden llevarse a cabo la práctica de turismo activo. Hay una gran diversidad de rutas, siendo la más reconocida la del Pinsapar. Benamahoma es una pedanía de Grazalema donde se celebra la Fiesta de Moros y Cristianos. En este espectáculo de luchas y pólvora cuerpo a cuerpo, los ejércitos enfrentados disputan la imagen de San Antonio. Esta fiesta se suele hacer a principios de agosto.
Para finalizar encontramos Zahara de la Sierra. Algunas personas lo definen como el pueblo más bonito de toda la provincia. Sobretodo por su terreno, que se asemeja a un cuento medieval con su castillo, los restos de muralla y el pueblo bajando la pendiente con sus blancas casas. Lo más característico de esta zona es que ¡tiene playa! La playa artificial se encuentra en un área recreativa llamada Arroyomolinos. Respecto a su gastronomía, es una gran productora de aceite de la sierra juntos a otros pueblos nombrados anteriormente.
En esta ruta saborearás increíbles productos gastronómicos; como guisos caseros, aceites de oliva, magníficos quesos, una peculiar repostería… Además, podrás disfrutar de las fiestas que ofrecen estos pueblos; tales como Semana Santa, Ferias, Carnavales, romerías…
Después de descubrir el encanto de la Ruta de los Pueblos Blancos querrás volver una y otra vez. ¿Te lo vas a perder?