Hay instantes mágicos que recuerdas toda tu vida. Uno de ellos se repite cada día en una pequeña y coqueta playa urbana de Cádiz, la más antigua y galana de “la tacita”, conocida como La Caleta. El espectáculo tiene un único acto, que consiste en un atardecer único con curiosos espectadores. Nos encanta ver atardecer allí y, si es con bajamar, mucho más.
Atardecer entre barcas
Las tardes de marea baja, La Caleta se convierte en un pequeña pasarela de barcas. Las hay de todos los tipos, colores o tamaños.
Algunas prefieren la soledad para ocupar su sitio en este maravilloso patio de butacas.
Otras prefieren el bullicio del gallinero y se reparten los pocos asientos libres mientras los niños juegan por las pozas.
Pero todas están quietas a la hora mágica, justo cuando empieza el espectáculo. Es hora de quitarse los zapatos y jugar con la cámara…
…buscar instantes de postal…
…ver de nuevo el horizonte…
…despedirnos del balneario…
y desearle buenas noches a La Caleta.